lunes, 24 de enero de 2022

Le regalaron chocolate a mi mamá

 


Estábamos llegando muy temprano en peregrinación a Lourdes en el sur de Francia, ahí en pleno diciembre mi mamá y yo, solos en las calle empinadas y hechas de piedras de un pueblo abandonado y cerrado por la temporada, un frio húmedo y con viento que pegaba en la cara, nos hizo más de una vez detenernos. Después de realizar el recorrido entre la estación de tren y el legamos a la famosa chocolatería Paihasson que se encuentra frente al Santuario de Nuestra señora de Lourdes.
Bebimos café recién molido, mi mamá hizo conversación con la mujer que nos atendía y mi mamá muy emocionada por estar ahí, le dijo que ella se llamaba Lourdes y entonces la propietaria de la chocolatería le regalo una deliciosa taza de café, un croissant y un chocolate sólo por llamarse Lourdes, después probamos un pan de chocolate y unos puerquitos de pasta de almendra. 
 

Continuamos nuestro recorrido por todo el santuario, su catedral y hasta la gruta. Todo vacío, apenas unas cuantas personas y mucho frío.




El vino de valle de Ródano



Tiene 14 variedades de uva permitidas, son 8 uvas rojas y 6 uvas blancas. En la mayoría de vinos la base principal es la Grenache, aportando la fruta madura casi mermelada, y se mezcla con la Syrah para agregarle color al vino y notas a especias; como tercer uva en la mezcla tenemos la Mourvédre, y así nace la famosa mezcla GSM (Grenache – Syrah – Mourvédre)


La ley en la región de Châteauneuf-du-Pape requiere que las plantas den bajos rendimientos, y son los más bajos en toda Francia. Aquí casi no se usan las barricas de madera porque la Grenache es muy sensible a la oxidación.








Mi recomendación es el Châteauneuf-du-Pape de Barton & Guestier, mezcla de 50% Grenache y 50% Syrah, con un leve paso en barrica de madera. Con mucha fruta, mermelada, acidez media, tostado y mentol al final. Ideal para acompañar estofados, quesos e inclusive postres con frutos negros como moras y chocolate oscuro.