La primera tarde que pase el calor era insoportable y tuve la oportunidad de salir a dar la vuelta y conocer la pequeña ciudad, ya que el siguiente día lo dedicaríamos a las visitas a todos los templos y un viaje en globo sobre el Valle de las Reinas y el Valle de los Reyes, como ya se había ocultado el sol las tiendas, cafeterías y otros comercios estaba abiertos aunque ya pasaban las 22 hrs.
Aprovechando lo freso del aire que ahuyentaba ese calor sofocante, entré a una pintoresca librería que se dividía en el subterráneo y una linda terraza, en principio vi que tenía muchos libros para turistas y revistas de viajes, pero tenía un inusual espacio de libros religiosos musulmanes y algunas otras cosas que no entendía.
Junto a esa sección y la caja registradora había una fotografía que verdaderamente me llamó la atención:
Tratando de hacer la conversación y averiguar qué hacía un póster del Papa católico en pleno Egipto musulmán y en una librería religiosa musulmán, le pregunté a la dependienta, que resultó la dueña: ¿cual era el lugar donde se había tomado esa fotografía?, y no supo decirme, lo único que atino a explicarme es lo mucho que le gustaba, ella era árabe pero católica de muchas generaciones atrás.
Pase mucho tiempo con la duda guardada, pero después descubrí, que se trata de La puerta sin retorno, de la casa del comercio de esclavos que se encuentra en la Isla de Gore frente a la costa de Senegal frente a Dakar.
Muchos líderes mundiales y turistas se han posado en esa puerta y han hecho una amplia reflexión sobre la crueldad de la civilización.
En esa casa color marrón y granate en el tiempo del comercio de esclavos se acumulaban las personas en dos pequeñas áreas y ya que se reunían suficientes, se atracaba un barco y por esa puerta pasaban de la isla al barco que los llevaría a Europa o a América para ser vendidos.
Esta casona y su puerta es un recordatorio del desgarrador episodio de la humanidad del comercio de esclavos que arrancó a más de 28 millones de personas de África a ser esclavizados en todo el mundo. Pero ahí aprendí que el comercio de esclavos fue una forma de generación de riqueza de los mismos africanos que acostumbraban destruir a civilizaciones completas desmembrando a sus miembros y vendiéndolos a otros.En la historia de la humanidad hay desgarradores momentos, que deberíamos nunca repetir.