jueves, 16 de diciembre de 2010

El metro del Cairo


Aquí estoy en el Cairo (todavía tengo esa mochila amarilla)

Viajar en metro es genial, me encanta, aunque siempre tengo contratiempos por distraerme o por esforzarme en parecer inofensivo para pasar desapersivido.
El Cairo al ser una ciudad tan grande y complicada tiene un sistema eficiente y barato de transporte, transporta a más de la mitad de la población, cuando visite esa ciudad lo utilice copiosamente pese a tener una camioneta con chofer para trasladarme fácilmente, el objetivo principal era cruzar la ciudad para visitar los sucs del viejo Cairo sin contratiempos y evitar a los Tok Tok (los taxis de tres ruedas que hacen el caos en el Caro). Existen muchos detalles muy interesantes sobre el metro que aquí enumero.
1) Existen vagones exclusivos para mujeres, tienen muchas indicaciones inclusive en el suelo, así que no hay forma de equivocarse.
2) Si se necesita leer algo, existe la posibilidad de pedir el Corán (en árabe, obviamente) y al final de la jornada se devuelve.
3) Habrá que guardar el tiquet para poder salir de la estación (como el de París o el de Londres) de lo contrario habrá que acudir a la policía por una multa y quedarán inscritos en un libro de infractores.
4) Todo esta muy sucio y polvoso, así que llevar consigo un periódico o plástico para sentarse es una buena idea cuando se viaja, aunque lo preferible será no sentarse. Dice la autoridad del metro que todo va a cambiar, pero parece que tiene diciéndolo como 10 años.
5) No existe forma real de comunicarse en inglés, ni con los operadores o usuarios, así que un mapa del metro con las estaciones marcadas es totalmente necesario para hacer uso del metro sin ayuda.
6) Es la única forma de llegar al Cairo Copto o bien ir a los sucs sin buscar un taxi con taxímetro (los blancos) es el metro.
7) Las estaciones están bien ubicadas con letreros grandes, en algunos caso hay más indicaciones en las calles aledañas.


El boleto que use en el metro del Cairo y un anuncio de estación.

Usar el metro me devolvió lo que perdí al llegar al Cairo, mi categoría de Viajero, al no ser hablante de árabe, las personas de "a pié" me ven como a un turista más, y quizá es el síndrome del viajero que quiere ser tratado como un igual y nunca como el típico turista gringo que sale con su cámara y bermudas. Pero el metro con su agetriado movimiento me devolvió esa poca dignidad que le queda a un turista que quiere ser viajero en un país árabe.